Un niño, un sicario y un monstruo debajo de la cama: Dust Bunny de Bryan Fuller es un sutil cuento de hadas de terror.
Bryan Fuller ha dado forma a la narrativa televisiva como pocos. Con series como Hannibal, Pushing Daisies y Dead Like Me, creó mundos donde la belleza y el horror están inseparablemente entrelazados.
Ahora Fuller da el salto a la gran pantalla sin abandonar su estilo. Dust Bunny no es una película de terror típica, sino un oscuro cuento de hadas que construye su tensión a partir de momentos silenciosos, perspectivas distorsionadas y una lógica infantil.
Cuando la imaginación se convierte en realidad
En el centro de la historia está Aurora, una niña de ocho años (Sophie Sloan), convencida de que un monstruo vive debajo de su cama. Para ella, la criatura es tan real que cree que sus padres adoptivos ya han sido víctimas de ella. Aurora busca ayuda en su vecino, un taciturno sicario interpretado por Mads Mikkelsen, que supuestamente mata monstruos “reales”. Al principio, él considera la historia de Aurora como una proyección o un trágico malentendido. Pero cuanto más se adentra en su mundo, más claro queda que algunos miedos no pueden explicarse tan fácilmente.
Fuller presenta este encuentro entre niña y asesino con el toque estilizado que sus fans han admirado durante años. Lo cotidiano se desliza constantemente hacia lo surrealista: los estrechos callejones de Nueva York brillan con colores intensos, el papel tapiz parece tragarse a las figuras y la comida se convierte en una provocación silenciosa. Un adorable dumpling con forma de conejo comienza a moverse al ser mordido, y un sándwich de aspecto inocente, visto desde el ángulo equivocado, se asemeja a capas de carne. Son imágenes breves, casi casuales, y precisamente por eso resultan tan impactantes.
Personajes de cuento, amenazas reales
Los personajes también siguen una lógica de cuento de hadas. Muchos no tienen nombres reales y se identifican con etiquetas como “Hombre ostensiblemente discreto” o “Mujer intimidante”. Desde la perspectiva de Aurora, el mundo adulto parece distorsionado y amenazante, como una serie de sombras cuya forma verdadera nunca se revela por completo. Sin embargo, el monstruo sin nombre bajo su cama se siente más peligroso que cualquier otra cosa.
La dinámica entre Aurora y el sicario de Mikkelsen es especialmente potente. Aunque el actor suele ser elegido para interpretar antagonistas de sangre fría, aquí muestra un lado sorprendentemente vulnerable. Su personaje está cansado, aislado y quebrado por dentro. Aurora se convierte en su espejo moral; en ocasiones, incluso parece que ella es la adulta en esta relación tan inusual. Este equilibrio entre calidez e inquietud es lo que le da a Dust Bunny su profundidad emocional.
Un terror que se te mete bajo la piel
A pesar de su clasificación R, la película evita en gran medida la violencia explícita. En su lugar, evoca los cuentos clásicos de los hermanos Grimm: oscuros, poéticos y sutilmente perturbadores. Dust Bunny habla a cualquiera que alguna vez se haya sentido un extraño y a quienes entienden que algunos monstruos solo tienen poder si se lo concedemos.
En Estados Unidos, Dust Bunny ya se está proyectando desde diciembre de 2025 en un estreno deliberadamente limitado. ¿Es una película para ti? ¿Piensas verla o ya la viste? Comparte tu opinión con nosotros en los comentarios.
El artículo original fue escrito por Michelle Baier.