Un creador sorprendió al mundo del gaming al jugar Minecraft en una pantalla completamente inusual que, en realidad, solo está pensada para recibos.
El youtuber Smill jugó Minecraft de una manera que casi nadie habría imaginado posible. En lugar de un monitor clásico, utilizó una simple impresora de tickets como pantalla. El juego corría normalmente en la PC, pero cada segundo se tomaba una captura, se convertía a blanco y negro y se imprimía de inmediato en papel. Esto creó una especie de “flipbook” del mundo de Minecraft, con gráficos extremadamente reducidos y una tasa de fotogramas de apenas 0.5 por segundo. A pesar de este gran obstáculo, el experimento llegó hasta el final: Smill avanzó hasta el Ender Dragon y completó Minecraft usando su impresora como monitor.
La tecnología detrás de este montaje tan loco
Sin embargo, el proyecto fue un enorme desafío técnico: monocromático, resolución diminuta, detalles casi irreconocibles. El inventario a menudo era solo una mancha negra, y las cuevas oscuras se convertían en un ejercicio de adivinanza visual. Los colores y la resolución habían desaparecido por completo. Incluso navegar por el juego se volvió una prueba de paciencia. A esto se sumó el enorme consumo de papel: cada movimiento en el juego generaba una nueva hoja. Un desafío atípico pero creativo, con mucho material desperdiciado y una buena dosis de locura.
La creatividad no tiene límites
En un mundo donde los gráficos deben ser cada vez más nítidos y espectaculares, los monitores más grandes y las tasas de fotogramas más altas que nunca, este reto con una impresora demuestra algo distinto: la creatividad no tiene límites. Minecraft encaja perfectamente en este experimento. Le quita al juego todo lo que representa el gaming moderno y lo reduce a su esencia: bloques, creatividad y un toque de desafío. ¿Quién habría pensado que Minecraft también funcionaría en una simple impresora térmica, o al menos la mitad de bien? El atractivo no está en la perfección, sino en lo absurdo, y Smill lo resume a la perfección con este reto.
¿Intentarías un experimento como este, o has visto proyectos igual de locos? Escribe tu opinión en los comentarios.
El artículo original fue escrito por Max Jentsch.