Studio Ghibli se encuentra con Silicon Valley: una nueva y poderosa herramienta de IA está convirtiendo la imaginación de internet en un campo de batalla por derechos de autor.

No hay semana sin noticias sobre IA, ya que la tecnología avanza a un ritmo acelerado. La última actualización de OpenAI a su modelo multimodal GPT-4o ha desatado una tendencia viral en internet, permitiendo a los usuarios transformar fotos y videos en impresionantes animaciones que se asemejan al estilo icónico de Studio Ghibli. Lo que comenzó como una exploración lúdica del potencial creativo de la IA, rápidamente se ha convertido en un acalorado debate sobre derechos de autor e integridad artística. Mientras las redes sociales celebran la belleza nostálgica de estas imágenes generadas por IA, artistas y expertos legales plantean serias preocupaciones sobre el consentimiento y la propiedad intelectual. Aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre esta innovación en IA.
Ola Ghibli en redes sociales
Con el lanzamiento de GPT-4o, OpenAI presentó su generador de imágenes más avanzado hasta la fecha, ahora integrado en ChatGPT. Según la compañía, el modelo fue entrenado con una “amplia variedad de estilos de imagen”, lo que le permite producir visuales detallados en muchos formatos artísticos. A pesar de las múltiples posibilidades, la mayoría de los usuarios se inclinó por una estética en particular: el querido estilo de animación de Studio Ghibli. Las redes sociales se llenaron rápidamente de recreaciones al estilo Ghibli de fotos, memes e incluso escenas famosas, como un tráiler reimaginado de El Señor de los Anillos: La Comunidad del Anillo.
Algunas de las publicaciones más virales aplicaron el estilo a memes como el del “novio distraído”, la imagen del “bro explicando” o Ben Affleck fumando un cigarro. Otras transformaron momentos políticos, como la interacción entre Donald Trump y JD Vance con el presidente Zelensky, en escenas fantásticas al estilo Ghibli. Un video resurgido de 2016 muestra al cofundador de Studio Ghibli, Hayao Miyazaki, describiendo las imágenes generadas por IA como una “ofensa a la vida misma”, rechazando su lugar en su proceso creativo. Conocido por sus animaciones hechas a mano, cuadro por cuadro, la declaración de Miyazaki reavivó la preocupación por la autenticidad y el respeto al arte tradicional. Studio Ghibli no ha comentado sobre la reciente ola de contenido generado por IA que imita su estilo icónico.
Zonas grises legales y éticas
Por asombrosos que sean los resultados de la IA, plantean preguntas legales y éticas complejas. Ya se han presentado varias demandas contra empresas como OpenAI y Midjourney por presuntamente usar material con derechos de autor en sus datos de entrenamiento. Artistas como Sarah Andersen argumentan que sus obras han sido utilizadas sin permiso, y que el contenido generado por IA amenaza su sustento. Aunque OpenAI no ha confirmado si las películas de Studio Ghibli se usaron en el entrenamiento, el parecido es innegable —y preocupante para muchos. Hasta que existan regulaciones más claras, la línea entre inspiración e infracción seguirá siendo peligrosamente borrosa.
Estas son mis dos monedas sobre el tema: no creo que las preguntas legales y creativas sean tan nuevas. Los artistas —especialmente en la industria musical— llevan décadas demandándose entre sí por obras que se parecen demasiado, con innumerables ejemplos. La gran crítica a la IA —que no es creativa porque solo remezcla material existente— no me parece un problema real, por dos razones. Primero, aunque la IA puede crear algo totalmente nuevo con diferentes estilos, la gente curiosamente no parece interesada en eso. En cambio, prefieren recrear cosas que ya conocen, solo ligeramente modificadas. Hay una razón por la cual las películas basadas en IPs existentes casi siempre tienen más éxito que las originales.
Segundo, el argumento de que la IA no es creativa porque todo lo que produce ya existe se puede responder con una pregunta: ¿alguna vez has visto una película de Tarantino? ¿O de Edgar Wright? En mi opinión, la creatividad consiste en conectar dos cosas que aparentemente no tienen nada que ver —y explicar esa conexión. Cuanto más se entrene la IA con historias y material humano en general, más distantes serán los elementos que relaciona. Como resultado, las conexiones parecerán más complejas y menos obvias —y eso es precisamente lo que solemos percibir como creativo.
¿Crees que los diseñadores gráficos todavía tienen futuro? ¿Te gustan los memes estilo Ghibli? ¡Cuéntanos en los comentarios!
El artículo original fue escrito por Leon Degen.