La muerte de un streamer ha reavivado el debate más amplio en Europa sobre los límites del contenido en línea.
Tras la muerte del streamer Jean Pormanove, Francia se pronunció sobre si la plataforma Kick debería bloquearse en todo el país.
El intento de Francia de prohibir Kick en todo el país no prospera en los tribunales
Tras la trágica muerte de Raphaël Graven, más conocido por su nombre de streamer Jean Pormanove, a los 46 años el 18 de agosto, el Estado francés abrió una investigación sobre el caso y posteriormente emprendió acciones legales contra Kick, buscando una prohibición nacional de la plataforma.
El 26 de noviembre se celebró una audiencia civil, en la que el Estado francés argumentó que Kick estaba operando, en la práctica, fuera del alcance del derecho francés. La Fiscalía afirmó que la plataforma intentaba crear lo que describieron como una “zona vedada” en línea, donde las normas nacionales ya no podrían aplicarse adecuadamente.
Sin embargo, el tribunal desestimó esa línea de argumentación. En su fallo, concluyó que una prohibición general de la plataforma sería desproporcionada y señaló que medidas más específicas, como la suspensión de cuentas individuales, serían una respuesta más adecuada.
Como resultado, se rechazó la solicitud de bloquear Kick en toda Francia, lo que supone un revés importante para el intento del gobierno de imponer una de las medidas regulatorias más severas que se hayan buscado contra una gran plataforma de streaming.
Acusaciones, investigación y reacción pública
Esta demanda es una consecuencia directa de la muerte de Jean Pormanove. El streamer falleció tras lo que un medio francés describió como “10 días de tortura”, una etiqueta que rápidamente generó indignación internacional y llevó a las autoridades francesas a abrir una investigación oficial.
La investigación en curso ha analizado acusaciones que incluyen agresión física, ingestión forzada de sustancias y privación severa de sueño. No se han presentado cargos penales y una autopsia concluyó que la muerte de Jean Pormanove no fue causada por una intervención externa directa. Aun así, las acusaciones en torno al livestream siguen siendo graves.
Para añadir aún más complejidad al caso, la madre de Jean Pormanove defendió públicamente a los otros streamers implicados, describiéndolos como “grandes personas” y afirmando que “nunca lo maltrataron, salvo una vez en el gimnasio”. Sus comentarios contrastaron con la reacción negativa del público tras el incidente.
Kick sigue bajo investigación, al igual que el antiguo grupo de streaming de Jean Pormanove, Lokal, que desde entonces ha reaparecido en Twitch bajo el nombre OGK Decoy.
Por ahora, el caso sigue abierto. Aunque el tribunal rechazó una prohibición a nivel nacional, Kick continúa bajo el escrutinio de las autoridades francesas. La investigación sigue en marcha y no se han descartado nuevos pasos legales. Si bien el fallo supone un revés para el intento del Estado francés de bloquear la plataforma, no marca el fin de la presión legal o regulatoria sobre Kick.
El artículo original fue escrito por Luis Scharringhausen.