¿Malentendido o abuso de buena voluntad? La manera en que un influencer de comida afirma haber sido engañado y privado de una comida gratis.

Las celebridades actuando con arrogancia hacia los trabajadores de servicio ciertamente no es nada nuevo, pero con el entorno mediático actual, el número total de celebridades y por lo tanto los posibles abusos han aumentado – pero también lo han hecho las formas en que los trabajadores pueden responder.
¡Fashionsdigest y Pulcinella!
La influencer de reseñas gastronómicas Diane Kronstad, responsable del canal de TikTok Fashionsdigest, fue criticada en línea por su comportamiento en un restaurante de Nueva Orleans. Un empleado del restaurante Pulcinella! se quejó públicamente de que la influencer simplemente se fue sin pagar su cuenta de 300 $, tras aparentemente afirmar que solo estaba obligada a dejar propina.
Previamente, el restaurante, copropiedad de una bailarina conocida como Bella Blue, y Fashionsdigest habían acordado que representantes de esta última lo visitarían para publicar una reseña de su comida en línea. Si bien se aclaró que el restaurante no pagaría nada a la influencer por esta reseña, parecía haber un malentendido sobre lo que exactamente implicaría el proceso.
Después de que Bella Blue confrontara personalmente a Kronstad, esta aparentemente explicó que "así es como funciona", refiriéndose a la práctica estándar de reseñas gastronómicas. En respuesta a la denuncia pública, la influencer afirmó que Pulcinella! estaba utilizando "tácticas de difamación e intimidación para presionar a la gente" a dar reseñas positivas.
Etiqueta general de influencers en restaurantes
Aunque hay casos en los que los influencers firman acuerdos promocionales con negocios locales, es importante tener en cuenta que los contratos respectivos suelen acordarse previamente. Un acuerdo verbal como el de Bella Blue y Fashionsdigest es propenso a ser malinterpretado o abusado.
Además, Fashionsdigest, con menos de 60.000 seguidores en TikTok en el momento del escándalo, se clasificaría como microinfluencer, cuyo pago por video patrocinado promedia entre 200 y 800 dólares, lo que significa que una comida de 300 USD – sin incluir impuestos o propinas – ya sería algo ambiciosa.
Asimismo, este tipo de "catas para influencers" suelen realizarse en colaboración entre restaurantes y residentes locales, ya que uno de los principales atractivos de este tipo de publicidad es la autenticidad percibida del portavoz. Diane Kronstad, de la ciudad de Nueva York, sería por lo tanto una candidata poco probable para promocionar un restaurante en Nueva Orleans.
¿Pero qué piensas tú? ¿Tenía razón Kronstad al esperar que le invitaran la comida? ¿O debería haber especificado sus términos con mayor claridad desde el principio? ¡Déjanos tu opinión en los comentarios más abajo!
El artículo original fue escrito por Adrian Gerlach.