Imagina tener una película casi terminada, solo para que sea retirada por razones financieras. Bienvenido al mundo de Warner Bros., donde las exenciones fiscales parecen pesar más que el interés del público.

¿Recuerdas la historia de cómo Pixar eliminó accidentalmente *Toy Story 2* sin tener una copia de seguridad, y la única razón por la que la película se salvó fue porque una empleada tenía una copia en casa para su hijo? ¿O las copias enterradas del juego de *E.T.* en el desierto de Nuevo México que solo fueron descubiertas y filtradas décadas después? Historias como estas son fascinantes. Pero en el caso de Warner Bros., la razón por la que no verás su última película es mucho menos emocionante y mucho más calculada: impuestos. Aquí tienes todo lo que necesitas saber sobre este extraño caso.
Coyote vs. Acme: El gran borrado
Warner Bros. lo ha hecho de nuevo, esta vez eliminando al coyote más hambriento de la historia del cine. *Coyote vs. Acme*, un híbrido de acción real y animación protagonizado por Will Forte, supuestamente ya estaba enterrado. Pero después de una proyección de prueba con excelentes críticas, los realizadores pudieron ofrecerla a otros estudios. Netflix, Amazon y Paramount mostraron interés, pero Warner quería una ridícula suma de 75-80 millones de dólares. Demasiado, incluso para los gigantes del streaming. En el tráiler ya lanzado, vimos que la película trata sobre el Coyote demandando a Acme, la empresa que le vendió productos que constantemente fallan en su intento de atrapar al Correcaminos. Parece que esta batalla en la corte estaba perdida antes de empezar.
La película costó alrededor de 70 millones, y la regla básica en la industria es que el presupuesto de marketing suele ser igual al de producción. Esto significa que la película necesitaba generar aproximadamente 140 millones solo para recuperar la inversión. Pero si no la estrenan, pueden declararla como una pérdida de 70 millones, lo que reduce sus ganancias y les permite pagar 30 millones de dólares menos en impuestos. Esa es la verdadera razón por la que no la lanzarán: porque para ser rentable, la película no solo tenía que recuperar su inversión, sino además generar otros 30 millones, convirtiéndola en un negocio tan rentable como presionar *Alt+Delete*. ¿Responsabilidad ética de Warner Bros. hacia los cientos de artistas que trabajaron en ella? Este autor estudió economía, así que no sé de qué están murmurando.
Criatura de costumbre
Warner Bros. ha convertido en una costumbre jugar con las expectativas del público, anunciando películas solo para dejarlas en un estante inalcanzable. La producción de 90 millones de dólares de *Batgirl* es otro ejemplo de ello. Pero en este caso, la película nunca tuvo oportunidad alguna, ya que aún faltaban escenas por filmar y efectos visuales por añadir. Sin embargo, Warner Bros. vio suficiente en su versión preliminar y decidió detener la producción y nunca lanzarla, una vez más, por razones fiscales.
Ni siquiera el mejor amigo de Shaggy, el mismísimo Scooby-Doo, está a salvo de ser archivado. Una película animada llamada Scoob! Holiday Haunt, que estaba programada para estrenarse en diciembre de 2022, nunca vio la luz, ya que Discovery declaró que querían reducir costos y enfocarse únicamente en películas para cine en lugar de producciones para streaming.
Para nosotros, los simples mortales, ambas cosas existen, pero para el Coyote, parece que la muerte no es segura... pero los impuestos, definitivamente, sí lo son.
¿Te gustaría ver estas películas? ¿Habrías tomado la misma decisión si fueras el CEO de Warner Bros.? ¡Cuéntanos en los comentarios!
El artículo original fue escrito por Leon Degen.