Expedition 33, Hades II y Silksong muestran cuánto ha cambiado el mundo del gaming independiente.
Los premios GOTY están a la vuelta de la esquina, y la gente ya debate cuál será el juego que se lleve el codiciado galardón este año. Ahora, el candidato más fuerte, Clair Obscur: Expedition 33, ha sido nominado para un premio indie y demuestra hasta qué punto el término “indie” ha empezado a perder significado.
Expedition 33: El favorito indie que ya no se siente indie
Los Indie Game Awards han anunciado sus nominados finales, y entre ellos está Clair Obscur: Expedition 33. Para algunos, esto puede resultar sorprendente, ya que con sus llamativos gráficos y un presupuesto de entre 15 y 25 millones de dólares, el juego difícilmente parece un título indie típico.
Por otro lado, la nominación sí tiene sentido. Expedition 33 proviene de un pequeño estudio francés con solo unos 30 a 40 empleados, un equipo que logró realizar su visión artística sin compromisos.
Y aquí es donde se vuelve evidente el problema real. El término “indie” ya no es tan fácil de definir como antes.
Indie es el nuevo AAA
Claro, este no es un debate nuevo sobre qué califica exactamente como un juego indie y qué no. Con el tiempo, el término se ha ido diluyendo cada vez más. En el pasado, la definición era simple: mientras no tuvieras un publisher, eras considerado un juego independiente. Hoy, eso ya no es un criterio significativo. Expedition 33, por ejemplo, sí tiene un publisher: Kepler Interactive. Sin embargo, Kepler opera bajo un modelo de copropiedad, en el que los estudios participantes tienen acciones en la empresa, comparten recursos y conservan el control creativo total. Otro juego publicado por Kepler fue Sifu, también muy elogiado por críticos y jugadores.
Pero el problema de este año va mucho más allá de Expedition 33. Con Silksong y Hades II, hay otros dos juegos que fácilmente podrían considerarse indie, y ambos tienen una posibilidad real de ganar el GOTY. Eso significa que tres de los cinco candidatos más fuertes de 2025 son títulos indie, siendo los otros dos Death Stranding 2 y Kingdom Come: Deliverance 2. El término indie se está desmoronando más que nunca, ya que los juegos independientes claramente están hombro a hombro con los AAA. Uno solo puede imaginar cuántas personas trabajaron en la campaña de Black Ops 7, y aun así, al compararlo con Expedition 33, queda dolorosamente claro que AAA hace mucho dejó de ser sinónimo de calidad. Muchos de estos juegos indie ni siquiera cuestan la mitad de lo que cuestan los grandes lanzamientos AAA, otra señal de que presupuesto y calidad ya no van de la mano.
El hecho de que varios juegos indie estén entre los mayores favoritos del año no es ninguna coincidencia. Es una muestra visible de una industria que está en pleno proceso de transformación. Este cambio demuestra que no solo el término indie está cambiando, sino toda la relación entre visión creativa y escala económica. Juegos como Elden Ring o Baldur’s Gate 3 quizá no sean títulos indie, pero encarnan exactamente lo que antes definía el espíritu indie: valentía, libertad artística y la determinación de crear algo extraordinario en contra de la lógica del mercado.
Quizás esa sea la verdadera razón por la cual el término indie es tan difícil de precisar hoy en día: porque sus valores ya se han extendido por toda la industria. En el mundo moderno del gaming, las antiguas definiciones de lo que hace que un juego sea indie simplemente ya no tienen sentido.
El fin de una palabra, no de una idea
Con la nominación de Expedition 33, el círculo se cierra. Pocos juegos ilustran tan claramente lo fluidas que se han vuelto las fronteras en el gaming. Cumple los criterios formales de un título indie, pero luce como un juego AAA. Y ahí está el corazón del problema: el término indie ha perdido su significado claro. Tal vez la palabra esté desmoronándose, pero en ese desmoronamiento reside la fuerza de la idea que hay detrás.
¿Qué piensas? ¿Cómo definirías los juegos indie? ¡Cuéntanos en los comentarios!
El artículo original fue escrito por Luis Scharringhausen.