Un vendedor afirma que un sobre cerrado de $30,000 esconde un Charizard... y tiene una tomografía computarizada para probarlo.

Un sobre de cartas de Pokémon listado en eBay por 30.000 dólares está llamando la atención —y no solo por su precio. El vendedor afirma que el paquete sellado de 1999 contiene una de las cartas más buscadas del Juego de Cartas Coleccionables de Pokémon: un Charizard sin sombra (shadowless).
¿Y para probarlo? Usaron un escáner de tomografía computarizada.
Sí, en serio.

El vendedor, bajo el nombre de usuario “restoreyouredatsun” en eBay, afirma que envió el sobre a un servicio de escaneo ofrecido por Industrial Inspection & Consulting, una empresa que normalmente se dedica al control de calidad industrial.
Según la publicación, el escaneo reveló la silueta inconfundible de una carta de Charizard —más específicamente, una versión conocida por ser más rara y valiosa que ediciones posteriores.

Este tipo de vistazo al interior de sobres sellados puede sonar a ciencia ficción, pero es una técnica que ha ganado tracción en el mundo del coleccionismo desde al menos 2024.
Ese fue el año en que el YouTuber okJLUV publicó un video documentando el proceso y su potencial para verificar el contenido de sobres sin abrirlos.
El precio de la nostalgia
(Para ser honesto: no soy coleccionista de cartas —pero sí tuve suficiente curiosidad como para investigar el tema.)
Para quienes no están familiarizados con el mercado, las cartas de Pokémon —especialmente las raras y de primeras ediciones— pueden alcanzar precios sorprendentes.
Una carta Pikachu Illustrator de 1998 se vendió, según se informa, por más de 5,2 millones de dólares en una venta privada. Un Charizard (Topsun de reverso azul) de 1997 se vendió por casi 500.000 dólares.
Incluso versiones más comunes pueden alcanzar cifras importantes. Los Charizard sin sombra de primera edición, dependiendo de su estado, se venden entre 3.500 y 8.000 dólares, y las versiones especialmente bien conservadas o certificadas pueden superar ampliamente esos valores.Naturalmente, los coleccionistas quieren estar seguros de lo que compran. Ahí entra en juego la tomografía computarizada.
Cómo funciona
La tomografía computarizada aún está en sus primeras etapas dentro del mercado de coleccionismo, pero es una muestra de hasta dónde están dispuestos a llegar los entusiastas para proteger —y sacar provecho de— sus inversiones.
El escaneo por TC (tomografía computarizada) utiliza imágenes de rayos X para producir vistas internas detalladas de objetos —en este caso, sobres de cartas.

A la cabeza de esta técnica emergente está una empresa llamada Industrial Inspection & Consulting, una firma con sede en EE. UU. que tradicionalmente se especializa en pruebas no destructivas para componentes industriales (como turbinas, electrónicos y piezas aeroespaciales).
La idea es que, al escanear un sobre sellado, los técnicos pueden identificar diferencias sutiles en la densidad y capas de las cartas en su interior.
Los brillos, formas e incluso los contornos tenues de ciertos Pokémon pueden hacerse visibles bajo un análisis de alta resolución.
Puedes ver un ejemplo de uno de estos escaneos en la siguiente imagen:

La empresa normalmente cobra 75 dólares por cada escaneo individual.
Vale la pena señalar que la empresa no garantiza la presencia ni la autenticidad de ninguna carta en particular. Simplemente proporcionan los datos del escaneo; interpretarlos es responsabilidad del cliente.
Así que, aunque la tecnología permite un vistazo interno, aún no ofrece una prueba 100% verificada.
Altas apuestas y estándares aún más altos
El uso de esta tecnología añade una nueva capa a un hobby ya conocido por su nivel de detalle. En el mundo del coleccionismo de Pokémon, la condición y la rareza lo son todo.
Por eso, los compradores hacen grandes esfuerzos para verificar lo que están adquiriendo.
Algunos coleccionistas incluso viajan para que expertos autentiquen sus cartas. Incluso el más mínimo rasguño, error de impresión o inconsistencia en el empaque puede afectar seriamente su valor.
La diferencia entre un Charizard con sombra y uno sin sombra, por ejemplo, puede reducirse a un sutil borde visual —pero puede significar miles de dólares de diferencia.
Tradicionalmente, autenticar este tipo de cartas requiere abrir el sobre, lo cual destruye su valor como artículo sellado.
La tomografía computarizada, en teoría, ofrece lo mejor de ambos mundos: el sobre permanece sellado, pero el contenido es visible lo suficiente como para hacer una evaluación razonada.
Reflexión final
Para la mayoría de personas, gastar 30.000 dólares en un sobre sellado de cartas Pokémon —solo porque un escaneo podría mostrar un Charizard dentro— suena absurdo.
Si ese precio está justificado, es algo que solo los coleccionistas serios pueden responder.
Pero incluso para quienes están fuera del hobby, es difícil no encontrar todo esto fascinante. ¿Que ahora la gente use tomografías computarizadas para buscar cartas? ¿Una tecnología pensada para medicina y aeroespacial?
Eso, objetivamente, es bastante genial.
El artículo original fue escrito por Laura Axtmann.