Saltando hacia el olvido.

Frogger es una serie de videojuegos tan reconocible que, incluso si nunca has escuchado el nombre, seguramente has visto al menos alguna versión o imitación.
La simple aventura arcade de una rana intentando llegar a su destino sorteando tráfico, ríos y todo tipo de obstáculos es conocida por su atractivo que trasciende demografías y generaciones, como lo demuestra el éxito de sucesores espirituales como Crossy Roads (2014) años después.
Pero dado el auténtico mar de reinicios, spin-offs y títulos relacionados de Frogger, puede resultar sorprendente saber que hubo una secuela con licencia oficial lanzada en 1984 que aparentemente ha quedado en el olvido desde entonces.
Un cuento de renacuajos

El hecho de que el juego original pudiera convertirse en un éxito fue realmente obra de una sola persona: Elizabeth Falconer, una nueva investigadora de mercado en Sega/Gremlin, recibió la tarea de revisar la biblioteca de presentaciones de la compañía para ver si había algo que valiera la pena licenciar, cuando se topó con la atractiva propuesta del empleado de Konami Takahide Harima.
Al recordarles a los ejecutivos de la compañía, que inicialmente habían descartado Frogger como un "juego para mujeres y niños", logró convencerlos de probar un prototipo en un bar de San Diego, donde tuvo tanto éxito que los distribuidores accedieron de inmediato a revender el juego. Aunque Sega/Gremlin y Konami luego pelearían sobre quién poseía la licencia del lanzamiento original (una demanda que Konami ganaría), los derechos de publicación de Frogger se dividieron aún más.
Sierra On-Line obtuvo los derechos para publicar ports del juego de 1981 en medios magnéticos como disquetes, mientras que Parker Brothers obtuvo lo mismo para lanzamientos en cartucho. Con esta última compañía gastando millones en publicidad y sus versiones de Frogger (como para el Atari 2600) convirtiéndose en superventas, era de esperar que intentaran capitalizar su éxito con una secuela en 1984.
Dejando la charca
Dadas las especificaciones de su acuerdo de licencia de propiedad intelectual con Sega/Gremlin, Parker Brothers desarrolló y publicó Frogger II: ThreeeDeep! (1984) exclusivamente en sistemas domésticos basados en cartuchos como Apple II, computadoras Atari de 8 bits, Atari 2600, Atari 5200, ColecoVision, varias PC IBM y la siempre popular Commodore 64.
Al igual que en el primer Frogger, el objetivo es lograr la puntuación más alta completando repetidamente la misma fase (llevando a las ranas a sus destinos) hasta que se acaben las vidas, con patrones de obstáculos cada vez más complejos y difíciles en cada ronda. En ThreeeDeep! sin embargo – como lo implica la palabra "Three" escrita miméticamente con tres "e"s – los destinos se distribuyen no solo en una pantalla, sino en tres diferentes.
En lugar de tener que superar solo un río junto a la carretera, los jugadores deben alternar entre escenarios submarinos, en la superficie del agua y en el cielo, cada uno lleno de sus propios obstáculos, enemigos y personajes de apoyo descritos con detalle en el manual del juego. Ofrecían mecánicas mucho más complejas que cualquier cosa presente en Frogger antes, haciendo que el juego se sintiera como una verdadera secuela; por ejemplo, citando el manual sobre "Joe la tortuga buceadora":
"Cuando le da a Frogger un paseo gratis en su espalda, Frogger está a salvo de todos los demás. Además, cuando está con Joe, Frogger no puede ser dañado por salirse de la pantalla. Los dos aparecerán del otro lado."
Atrás de la valla anfibia

En el momento de su lanzamiento, la mayoría de los medios especializados consideraron Frogger II una mejora respecto al original, aunque comentaristas retrospectivos han opinado que complica en exceso la premisa simple de la serie. Pero considerando que el juego estuvo disponible en prácticamente todos los sistemas occidentales basados en cartuchos que se podían desear en esa época, ¿qué pasó para que el juego se perdiera ahora?
Vale la pena señalar que Parker Brothers era principalmente un fabricante de juguetes, entrando en la industria de los videojuegos solo en 1979 con Merlin y saliendo de ella con el crash de los videojuegos de 1984. Además, aunque Sega/Gremlin licenciaba oficialmente sus lanzamientos, es dudoso que realmente tuvieran derecho a hacerlo, dado que su disputa legal terminó con Konami reconocido como único propietario de Frogger.
Frogger II: ThreeeDeep! sufre de una tríada de problemas típicos de secuelas olvidadas que impiden cualquier relanzamiento: una reacción retrospectivamente negativa (como Super Mario Bros. Special), un estudio ahora desaparecido que probablemente significa código fuente perdido (como Assassin's Creed: Bloodlines) y problemas legales derivados de que el titular de la IP no estuvo directamente involucrado (como Sonic Pocket Adventure).
Siendo disecado
Konami desde entonces ha desautorizado efectivamente el juego, produciendo múltiples Frogger 2 diferentes por su cuenta, como Frogger 2: Swampy's Revenge (2000) – secuela del remake de 1997 de Frogger – y Frogger 2 (2008), que afirma ser una continuación directa del arcade de 1981.
Debido a lo desactualizado que ha quedado el hardware original hoy en día, no se han lanzado mods públicamente para ThreeeDeep!, ni existen fangames que intenten basarse en él o replicarlo. Sin embargo, el producto existente ha sido bastante bien documentado, con ROMs, manuales y guías disponibles en línea.
Los fans incluso han descubierto prototipos tempranos, como uno para Atari 5200 que consistía en un escenario con temática de alcantarilla que fue eliminado por completo de la versión final. Pero, francamente, es poco probable que Konami pueda o quiera reconocer Frogger II: ThreeeDeep! como parte del legado de la famosa franquicia, condenando al título a un destino de abandonware.
El artículo original fue escrito por Adrian Gerlach.